La culpa

Todos conocemos ese sentimiento que puede llegar a ser uno de los más dolorosos e incluso destructivo. La culpa. Un sentimiento que te come por dentro hasta destrozarte. Así, este film, plasma de forma brutal ese sentimiento y esa sensación incluso físicamente en el protagonista, el cuál está tan delgado por ese sentimiento de culpa que le come desde dentro y que además ni siquiera le ha dejado dormir durante un año, es decir, desde que atropelló al niño y huyó.

Sin embargo, lo más curioso de este film es que presenta a la persona física separada de la conciencia y lo que quiere mostrar con unas imágenes brutales y bastante duras, es la dicotomía entre la persona y su propia conciencia. En este caso la conciencia de Trevor es Ivan, un ser repugnante para el propio Trevor y que desde el principio no le genera ninguna confianza. untitled2Además, destacamos la importancia del ambiente seleccionado por parte del director, que con la presencia de Ivan siempre suele ser oscuro, tal y como podemos observar la primera que vez que se conocen donde el cielo está nublado e incluso avecinando una tormenta. Por otra parte, este primer encuentro tiene lugar cuando Trevor se enciende un cigarro con el mechero del coche, lo cual descubriremos al final que es el detonante del accidente que le crea esa culpa.

Desde su primer encuentro, empieza una persecución por parte de Trevor hacia Ivan, intentando demostrarle a todo el mundo que él es el culpable incluso del accidente que provoca que uno de sus compañeros pierda su brazo. En este sentido, vemos un detalle interesante y es que posteriormente al accidente, Ivan le muestra a Trevor que una de sus manos la tiene implantada por perder tres dedos. Y es que si realmente Ivan representa la conciencia de la culpa de Trevor, ¿por qué no representar también su sentimiento de culpa respecto al accidente de Miller?

Dicha persecución curiosamente siempre tiene lugar en coche, lo que no es una casualidad, siendo además el entorno (el aeropuerto), también algo seleccionado, dado que el accidente tuvo lugar en ese mismo entorno.

Por otra parte, Trevor crea en su mente la figura de una mujer (camarera de la cafetería del aeropuerto con la que habla todos losmarie & nicholas.jpg días) y su hijo. Cuando están en el parque de atracciones, ya podemos ver un atisbo de que ese recuerdo lo ha formado en base a su relación con su propia madre y que realmente esos dos personajes, son la madre y el niño que atropelló un año atrás. Una de las maneras de mostrar estos detalles reveladores del desenlace, es la atracción en la que se monta con el pequeño, una atracción que si la vemos de nuevo al terminar la película podemos observar que cuenta la historia del atropello y la culpa de Trevor a través de las representaciones, además con un tinte de terror. «Highway to
hell», es el camino que el niño decide coger en lugar de «Road to salvation», es decir, un paralelismo con la vida de Trevor que dice que ha cogido el camino  hacia el infierno, en lugar de la salvación, por huir del accidente y no aceptar su culpa. Además de esto, hay que descargadestacar que la atracción se llama «Route 666″, y aunque parezca que hace alusión al demonio, hace alusión al adorno que Trevor llevaba en el coche cuando atropelló al niño, que ponía» Route 66″, ¿sería una forma de demostrar que Trevor realmente se sentía como un demonio por lo que había hecho?

Además, hay un detalle bastante curioso, y es que el director no deja cabo suelto ni siquiera en la creación de estas imaginaciones por parte del protagonista, dado que no es fortuito el hecho de que el niño tenga epilepsia, porque si nos fijamos en el libro que Trevor lee en su casa: «Idiot» de Dostoievski, y ahondamos en dicha obra, descubrimos que el protagonista es un niño huérfano y con epilepsia. También utiliza como recurso para crear sus imaginaciones los objetos de su propia casa, que en sus alucinaciones las coloca en la casa que se supone que es de Marie.

Otra de las escenas del film que es bastante impactante, es cuando se deja atropellar por un coche voluntariamente, para poder así atrapar a Ivan. Sin embargo, ahí es cuando Trevor empieza a darse cuenta de su error, porque la matricula del coche que lleva Ivan le pertenecía a él hasta hace un año que fue cuando desapareció. Curiosamente, en esta escena, cuando Trevor está huyendo de la policía, en las cloacas, coge la dirección que según la atracción en la que se montó con Nicholas, era la dirección al infierno, ¿por qué? Porque aun no sería entregado a la policía para cumplir condena por su crimen.

A partir de entonces, todo empieza a descubrirse poco a poco, siendo lo primero que se presenta de forma clara la foto que tiene su chica Stevie en su habitación, que según Trevor es de Ivan con su compañero de trabajo, pescando, pero ella le dice que el de la foto es él. Esto de la pesca además, no es la primera vez que aparece en el film dado que hay un plano detalle, efímero, justo tras su atropello voluntario, de una pegatina de la furgoneta de Trevor que pone «I’d rather be fishing» («Preferiría estar pescando»). (Enlace al vídeo donde podemos verlo, minuto 1:19 – 1:23).

Lo siguiente a esto es cuando Trevor llega a la cafetería donde hablaba todos los días con Marie y se da cuenta de que esa persona no existe, y que la camarera que estaba trabajando allí es otra persona.

Cuando llega a su casa, Ivan ha secuestrado a Nicholas y como Trevor piensa que le quiere matar, pelea con él hasta matarlo. Esto, son imágenes que representan la pelea de Trevor con su conciencia, intentando que lo ocurrido en el pasado no exista. Pero cuando va a tirar el cuerpo de Ivan al barranco se da cuenta de que realmente no ha matado a nadie, no en ese momento, sino que mató a alguien hace un año y fue a Nicholas.

Trevor ve en el espejo un post-it: «Who are you?» («¿Quién eres tú?). Lo que demuestra que el protagonista se avergüenza de quien es realmente, de esa persona que hace un año asesinó a un niño y se dio a la fuga, y lleva todo ese año intentando negárselo a sí mismo, dejando que la culpa le coma por dentro.

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Por último, habría que destacar la brillante idea del juego del ahorcado en los post-its en la nevera del protagonista.

Este juego, consiste precisamente en adivinar una palabra, de forma que si no lo haces tras varias oportunidades, el muñeco muere ahorcado. ¿No es esto un brillante paralelismo con la vida de nuestro protagonista? Dado que Trevor no consigue dejar de adelgazar ni dormir, hasta que no descubre que es un asesino y que tiene que ir a la cárcel por ello, dejando así a un lado la culpa que le estaba matando y asumiendo su delito. Además, en el camino a la cárcel, el director vuelve a utilizar el paralelismo de los carteles, escogiendo esta vez el camino de la derecha, es decir, el camino hacia la salvación. (Escena final donde al fin consigue dormir: a partir del minuto 7:11).

Además, los post-it es algo que se utiliza para recordar cosas que no puedes olvidar, y esto es precisamente lo que el protagonista inconscientemente se hacía así mismo, recordarse que era un asesino, que hace un año había matado un niño y no estaba cumpliendo condena por ello. Porque a veces, necesitamos recordarnos a nosotros mismos las cosas malas y buenas que hacemos, para no perder el norte, tal y como le ocurría al protagonista.

En definitiva, un film bastante brillante en todos los sentidos, que a través de planos cortos, iluminación muy dura y sobre todo una actuación magnífica de Christian Bale, muestran unas imágenes impactantes que sólo quieren hacer palpable un sentimiento como la culpa, que hasta que no  se acepta, puede llegar a matarnos.